Fallece don Gil Córdova a los 93 años
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Por: Diego Zamora Díaz
Hoy 7 de febrero del 2022, a la edad de 93 años falleció mi mayor alumno y ejemplo de muchos de nosotros: Don Gildardo Córdova Ortíz.
Nació en Tequistepec, Oaxaca y vivió una adolescencia sinigual montando toros enormes en el jaripeo, hasta llegó a tener un corrido por lo chingón que llegó a ser en el ámbito.
Después emigró y vivió en la ciudad de México por muchos años dónde formó una familia. Trabajó de taxista viviendo muchas historias de las que me contó, y después entró a la universidad del adulto mayor, dónde comenzó sus clases de pintura y posteriormente llegó a Huatusco para ser cuidado por su hija la escritora Susana Córdova Santamaría.
Desde entonces, allá por el 2014 llegó a Casa de Cultura Huatusco a tomar clases conmigo. Ya traía escuela, era un profesional pintando, tiene pinturas increíbles con técnicas impecables. Al principio me imponía darle clases a alguien que sabe tanto, pero con el tiempo nos fuimos acoplando a trabajar juntos y ese tiempo se convirtió en 8 años. Después de que salí de Casa de Cultura Huatusco, seguí con don Gil en clases particulares en su casa, cada lunes, miércoles y viernes por dos años seguidos seguimos trabajando.
Después por cuestiones de trabajo, este año trabajamos martes y jueves por las tardes, por más cansado que me sintiera, yo tenía la obligación de ir con don Gil porque él me esperaba, nuestras clases se volvieron una mancuerna de pintores, una amistad y me sentía parte de su familia.
Hoy es el día que sé que llegaría, pero no sabía cuándo sería, me siento triste por su partida y a la vez feliz. Feliz por qué se que fue feliz en estos últimos años, y más a partir de qué abrió su facebook y subía sus trabajos terminados, le llenaba de alegría leer los comentarios de todos ustedes, los sentía cercanos. Estoy feliz porque fue un alumno muy fiel, el más feliz de tomar la clase, el más ansioso porque llegará yo y un gran ejemplo de artista que pintó hasta su último día.
Una de esas coincidencias de la vida que a veces no nos explicamos es, que al finalizar la última clase del jueves, cuando le tomé una fotografía a él y otra a su pintura. Me dijo: -Quiero una con usted maestro.
Y nos la tomaron. Sin saberlo, esa foto no era para él, sino que hoy es un último recuerdo de don Gil Córdova para mí.
D.E.P. Gil Cordova
