Rita Cecilia, la cadete caída en Orizaba apenas se había graduado en noviembre
3 minutos de lecturaUn día antes de morir, Rita Cecilia Romero de 24 años, había participado en un operativo en Orizaba, junto con otros policías estatales, habían puesto a disposición de la Fiscalía Regional a un presunto delincuente. Antes de irse a dormir, Rita le confió a una compañera de la Secretaría de Seguridad Pública: “Tengo miedo”.
Este jueves por la tarde, Rita Cecilia Romero fue acribillada cobardemente por un grupo de sicarios en las inmediaciones del Servicio Médico Forense en el llamado Pueblo Mágico. Junto con Romero, dos policías estatales más resultaron muertos y uno más herido de gravedad.
Rita Cecilia era seria, muy ordenada, en la Academia de Policía de El Lencero sus amigas recuerdan que, en ratos de ocio, mientras otras cadetes estaban a las risas, Rita permanecía atenta a su adiestramiento y a su formación policiaca.
“Era tan seria que ni siquiera sabíamos a qué se había dedicado antes. Venía de la vida civil, pero era pura fibra esa mujer”, narran sus compañeras y compañeros, quienes se graduaron con ella apenas en noviembre del 2020 y a quienes los mandos policiacos bautizaron como la Generación Covid, institucionalmente fue la generación XXIX.
Rita tenía el pelo castaño, ojos grandes y cejas largas, nariz ancha. Sin hijos, en sus días de descanso y en pleno frío utilizaba una pañoleta floreada de transparencias para cubrirse. Romero no esperaba la muerte, era soltera, en Xalapa dejó varias pendientes, neófita de los trámites administrativos y burocráticos, le había pedido a una amiga que “le ayudara” a hacer su declaración patrimonial. Rita Cecilia era oriunda de una comunidad de Actopan, hoy su pueblo está de luto. Sus amigas la recuerdan que en sus pruebas físicas no había nadie quien ganara.
¿Por qué llegó entonces a la policía? .-Llegó porque como todos, por la situación económica y porque le llamaba la atención. era muy seria. La número uno para correr, no había hombre o mujer que le ganara.Hay un trago amargo entre sus compañeros, en noviembre y gran parte de diciembre, Rita Cecilia fue adscrita a tareas de prevención e inhibición del delito: A vigilar plazas comerciales durante El Buen Fin, y a vigilar boutiques y tiendas durante la etapa decembrina.
Algún rondín de rutina en alguna colonia de pandilleros en Xalapa, probablemente como mayor riesgo.“Tenía poco de haber llegado a Orizaba. Cayó en el cumplimiento de su deber, pero si te fijas, dio batalla, su arma estaba completamente desabastecida”, señalan sus amigos policías, al ilustrar que el arma Glock estaba completamente vaciada.
En los reproches hacia el estado, queda el sinsabor que la Generación Covid le faltó tiempo de capacitación, pues de siete meses que dura la instrucción policial, por la pandemia ésta solo fue reducida a un par de meses y el resto de la formación se hizo en línea.
Diecisiete balas alcanzó Rita Cecilia a disparar antes de emitir el último suspiro, en la Academia de Policía de El Lencero, en la congregación de Actopan y en el Cuartel de San José de Xalapa le lloran; pero aseguran que Rita se convertirá en un ejemplo para las mujeres policías, quienes hoy se ven obligadas a seguir contra la delincuencia veracruzana en todas sus formas (rateros, sicarios, secuestradores, extorsionadores, narcomenudistas, feminicidas).
De parte del Gobierno Estatal, solo esperan que el mandatario, Cuitláhuac García y el Secretario, Hugo Gutiérrez le rindan un homenaje, sobrio, serio y con “mucha fibra”, como era Rita.
(Con información de Noe Zavaleta/reportero de Proceso)