Desde Huatusco
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ROBERTO GARCÍA JUSTO
¿SE VE LA LUZ AL FINAL DEL TUNEL
¿El mundo enfrenta la primera gran batalla científica de la historia para conservar la salud física del hombre, que es lo más valioso desde su creación.
El futuro es difícil de predecir debido a la peligrosidad del contagio que avanza hasta hoy, sin haber detectado los microorganismos que le dieron origen. Lo que ha retardado el descubrimiento de una vacuna que contrarreste los efectos mortales en todos los niveles étnicos de la población.
El equilibrio económico, político y social alcanzado entre las naciones en términos reales, posteriormente a la segunda guerra mundial, sufre una descomposición violenta que exige la restructuración o creación de un nuevo modelo capaz de reactivar las relaciones productivas y comerciales, con el propósito de contener la depreciación de un sistema afectado por la pandemia.
En esta localidad, como cabecera distrital es donde se encuentran establecidas la mayoría de instituciones bancarias, almacenes para abastecer productos alimenticios a la comunidad y sitio de transporte público para todos los municipios que la rodea.
Es indudable que la circulación de vehículos y personas no deja de ser preocupante. Aunque por momentos tiende a disminuir por la tarde y noche. Es irremediable mencionar que nos mantenemos en un bajo rango de enfermos, con solo dos confirmados por la Secretaría de Salud, que es fuente de información, y desgraciadamente un fallecido, superando a nuestros vecinos de Totutla que reporta uno y uno.
Respecto a Ixhuatlán del Café y Coscomatepec, tienen uno cada quién como casos confirmados, sin deceso. Hasta el momento de escribir esta columna, colindantes de Zentla, Comapa, Sochiapa, Tlaltetela, Calcahualco y Tepatlaxco se consideran limpios de afectaciones por covid-19. No es la misma opinión para Fortín de las Flores y Córdoba donde la situación es complicada.
Se convirtieron en paso obligado donde los individuos de nuestra región tienen que transitar, a veces por razones urgentes y otras no tanto. Las actividades cotidianas no esenciales se han restringido por la autoridad municipal, actúan conforme se están expidiendo los protocolos oficiales.
Han intensificado los cierres de negociaciones dedicadas a la venta de bebidas alcohólicas, así como otras que no son necesarias para la subsistencia humana.
Los filtros en las entradas y salidas a la ciudad, están controladas por personal del Ayuntamiento que ofrece gel desinfectante, cubrebocas y la recomendación de no tocarse la cara antes de lavarse las manos las veces que sea necesario.
A partir de esta calamidad del siglo XXI, la respuesta debe analizarse con mucha sensatez, debido a que ha demostrado que pobres, ricos, negros, blancos, amarillos, profesionistas, analfabetos, sin importar el idioma que hablen, estamos metidos bajo la misma atmósfera y no existe distinción o privilegio para asegurar que hay intocables.
Además de revisar el maltrato a la naturaleza sin el ánimo de explotarla al grado de pensar más relevante la acumulación de riqueza que su conservación. En resumen, ¿es un crudo mensaje para cambiar en todos los aspectos de la vida?.
