Desde Huatusco
3 minutos de lecturaROBERTO GARCÍA JUSTO.
EL CAFÉ.
Llegó del viejo mundo por la vía marítima, única ruta que unía a los continentes más retirados de la América nueva. Venía de lejanas tierras, donde se dice que lo descubrieron, para impregnarnos de su olor, dar los dones que posee en su sabor, para ilusionar a los soñadores y adueñarse del espacio infinito que comprende el universo. Recogiendo a cada paso los sentimientos forjados en el vacío para unirlos y darle forma para encumbrarlos como corresponde cuando se construye el futuro.
Junto a esa semilla plana y acanalada, también conocimos algunas leyendas que forma parte de su origen. Dicen que en cierta ocasión el profeta Mahoma, estaba enfermo. Se le apareció el Ángel Gabriel para devolverle la salud. Con su poder espiritual consiguió los granos necesarios para prepararle una bebida aromática de color oscuro, similar a la gran piedra que existe en la Meca. A la que, el abad del monasterio, bautizó con el nombre de kaabe que en lengua árabe, significa: “piedra preciosa de color café”.
Las Altas Montañas, por su altura es el sitio adecuado para cultivar la planta. El profesor Ismael Sehara en sus “Breves apuntes para la Historia de esta Ciudad y su Jurisdicción”. Precisa que “por esa época (1857) el súbdito español don Vicente Sehara, su padre, vecino acomodado de la localidad, introdujo el cultivo del café en el Cantón de Huatusco, estableciendo la primera plantación de este fruto en su finca rural llamada Vista Hermosa. Que se extendía por los terrenos ocupados hoy por la Colonia Manuel González en el Municipio de Zentla. El cultivo del café ha sido, en estos últimos tiempos, el principal factor del notable progreso material alcanzado…”
Los distintos problemas que ha afrontado durante aproximadamente 160 años de existencia en esta zona, están relacionados con las plagas. La roya y la broca que han ocasionado fuertes pérdidas en la producción anual. La crisis con relación a los precios en el mercado internacional, generaron desaliento en los productores pequeños y medianos quienes preferían dejar que la cereza se pudriera en la mata a tener que invertir en el corte que se pagaba a los peones encargados de esa tarea. Además, el uso indebido de los recursos aprobados por el Congreso para apoyo de esta importante rama de la economía nacional, no llegaban a su destino.
Hombres destacados han dado su opinión al respecto, como por ejemplo Honoré de Balzac, novelista francés, reconocido maestro de las letras francófonas del siglo XIX, dice que: “tan pronto como el café llega a su estómago, sobreviene una conmoción general. Las ideas comienzan a moverse, la sonrisa emerge y el papel se llena. El café es su aliado y el escribir deja de ser una lucha.” En esa mismo ideal, el destacado guionista londinense, John Van Druten, advierte, “pienso que si hubiera sido mujer, usaría café como perfume”.
Estamos saliendo de la etapa más importante de la cosecha cafetalera, por lo tanto, se avecina una ligera reactivación en la economía local, que durará hasta principio de 2021. Es importante recordar lo que el genio militar francés, Napoleón Bonaparte comentaba al disfrutar de una reconfortante taza del “oro verde”: “El café fuerte me resucita, me causa un escozor con carcoma singular, un dolor que no carece de placer. Más me gusta entonces, sufrir que no sufrir”. A lo que el filósofo francés, Francois María Arout, mejor conocido como Voltaire contesta en este imaginario dialogo: “Claro que el café es un veneno lento; hace cuarenta años que lo bebo”.
Para cerrar esta breve reseña, nos referiremos a lo que expresó el músico y compositor alemán del periodo barroco, Johann Sebastián Bach, “El buen café endulzado, delicioso, es más que mil besos, dulce sabe cuál vino moscatel, ¡café, sí, es café lo que quiero ¡y quién deseare darme a saborear una exquisita bebida, venga a ofrecerme una taza de café”. ¿y usted que piensa de lo que se dice de tan simbólica bebida¿