Desde Huatusco
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ROBERTO GARCÍA JUSTO.
DEFENSORES DE LA NACIÓN.
Jesús Páez Sedas, descansa en el Panteón Civil de Dolores, Ciudad de México. En un lote donado por el H. Ayuntamiento de la Capital de la República para honrar los restos mortales de los que combatieron durante la intervención extranjera, así como los que participaron en la revolución de 1910. En esa minúscula porción de terreno, olvidados por los actos conmemorativos, yace a perpetuidad con la satisfacción de haber sido parte de la historia nacional.
El licenciado Páez Sedas nació en esta localidad hace 143 años, de familia acomodada, que le permitió titularse en la Universidad Nacional Autónoma de México como abogado. En el año de 1911 es nombrado Juez Federal, con residencia en el Territorio de Baja California. Por lo que, correspondió a él estar presente cuando en ese mismo año los integrantes del Partido Liberal Mexicano, tomaron por asalto Mexicali.
Él y ciudadanos bajacalifornianos, leales a don Porfirio Díaz Mori, y socios comerciales de origen estadounidense y británicos, conformaron una junta en la que emplearon todos sus recursos financieros para combatir a los revolucionarios anarco sindicalistas encabezados por los hermanos Flores Magón. Los Cónsules de San diego J. Díaz Prieto y Antonio Lozano de los Ángeles, publicaron un manifiesto en el diario, “San Diego Evening Tribune”, cuyo contenido es el siguiente:
“En estos momentos en que la integridad nacional peligra, la patria reclama los servicios de sus leales hijos para defender su honor mancillado por una turba de bandidos extranjeros, que van sembrando el luto y la desolación en los pueblecitos de Baja California. Sin ningún espíritu de partido, convocamos al pueblo mexicano de esta Ciudad y sus alrededores, porque es deber nuestro ofrendar nuestras vidas, si necesario fuese, para castigar a los bandoleros que en aciaga hora tratan de disgregar esa porción del territorio nacional, aprovechando las circunstancias aflictivas porque atraviesa el País.
La respuesta de los anarquistas se dio a conocer por toda la zona fronteriza. “Los enemigos de la revolución, de nuestra libertad, los que han robado, estropeado, humillado este suelo. A instigación de los esbirros del despotismo porfirista, unos individuos que a sí mismo se titulan defensores de la integridad nacional, tratan de desprestigiar el movimiento revolucionario que con gran tacto está llevando el Partido Liberal Mexicano. Diciendo que la bandera americana ha sido izada en Tijuana: mentira.”
El 14 de abril de 1856, siendo Presidente Substituto de la República Mexicana, el General de división don Ignacio de Comonfort, integró lo que denominó “Sociedad de Defensores de la integridad del Territorio Nacional”. Con la convicción republicana de contribuir a la defensa de la Patria. Combatiendo a los invasores hasta su rendición y expulsión de este suelo patrio. De ahí surgieron en varios estados de nuestra geografía, hasta que lograron un merecido reconocimiento oficial, debido a sus múltiples intervenciones en las distintas etapas conflictivas.
En el año de 1954 fallece el licenciado Jesús Páez, a la edad de 79 años de edad. Se tiene registrado como sus padres a Francisco Páez y doña Isabel Felicitas Sedas Calvo. Y como es de suponer, no contamos con documentos precisos que nos digan a ciencia cierta el fin de este triste desenlace.
