COLUMNA/ Desde Huatusco – La herbolaria
0
0
0
0
ROBERTO GARCÍA JUSTO
LA HERBOLARIA
El conjunto de conocimientos de las propiedades curativas que son características de las plantas, se le denomina Herbolaría. Ha sido y sigue siendo un recurso efectivo para buscar alivio a las enfermedades más comunes del ser humano. México está considerado como un País privilegiado porque posee un caudal de abundante flora que se va enriqueciendo por la importancia que le han dado los curanderos al descubrir sus beneficios. Se ha logrado documentar que es el patrimonio más antiguo de los pueblos prehispánicos.
En la actualidad representa una fuente valiosa para la medicina alternativa, y en él pasado la comunidad primitiva la asociaba con la religión y lo sobrenatural, ya que consideraban que las enfermedades era consecuencia originada por la maldad de los dioses. Por lo que preparaban ungüentos extraídos de distintos árboles, pócimas elaboradas con hojas y flores, además de los baños de vapor en el temascal.
Para ejercer esta actividad se requerían ciertos requisitos, como, por ejemplo, poseer un don y vocación, así como nociones de los principios de botánica, de ahí, se dividían en ramas concretas como las parteras encargadas de atender a las parturientas. Los hueseros, expertos en detectar los desperfectos de la osamenta. Los yerberos en general estaban dotados de conocimientos especiales para realizar lo que se conoce como limpiezas corporales, todo tipo de infecciones estomacales, como empacho y afectaciones parasitarias.
Con el arribo de los conquistadores, no impusieron sus adelantos científicos, se sometieron a las medicinas tradicionales, esto debido a que, traer suficiente medicamento de España, resultaba complicado por la distancia y la premura de los que padecían algunos daños. Lo más inteligente fue que se fusionaron en busca de una solución a los problemas de salud. Esto se decidió porque los europeos observaron las maravillas curativas que se conseguían a través de las plantas. Para eso se instalaron boticas y se construyeron jardines botánicos.
La familia huatusqueña no ha perdido la confianza en esta práctica de vida. Existen mujeres y hombres que se dedican a proporcionar atención médica a la población que lo solicita. Una muestra es que en cada barrio habrá alguien disponible para proporcionar sus conocimientos. Si se padecen males estomacales, recomiendan lavativas de agua hervida con hoja de malva o un purgarte con carbonato y sal, también el agua con cal, pero cuando esta se encuentre asentada.
Cuando la fiebre es alta, se aplican asientos de agua tibia, para comprobar que estaba bien templada, se le metía el codo y de ese modo regulaban el líquido. La tos ferina, un padecimiento causante de mortalidad infantil, es una infección en las vías respiratorias, altamente contagiosa, se le detecta cuando hay fiebre, secreción nasal, vómitos y una tos que no deja respirar. Se recetaba hojas de chirimoya untada de sebo, aceite de almendro y unas gotas de yodo, se ponen como cataplasma en el pecho y espalda. Complementándolo con un té de flor de buganvilia, jazmín, hoja apestosa, sauco, canela, endulzado con miel virgen.
Lo destacado es la exactitud de los remedios caseros, a las señoras con amenaza de aborto con hemorragia, le suministraban una toma de té de flor de pascua con rosas rojas unas hebras de seda natural roja y una alhaja de oro de 14 quilates y cadillos. Le amarraban la cintura con un rebozo y la dejaban reposar un buen tiempo. Con esto queda demostrada la importancia de nuestros bosques y la inmensa vegetación que los cubre, es cuestión de protegerlos.
Los grandes secretos para la humanidad están en la naturaleza que nos proporciona los elementos básicos para contrarrestar los efectos del medio ambiente contaminante y portador de virus mortales. Hay que poner atención para la conservación de los remedios caseros.
