COLUMNA/ Desde Huatusco – Comida tradicional
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ROBERTO GARCÍA JUSTO.
COMIDA TRADICIONAL.
Es reconocida la gastronomía de Huatusco por ser de las más representativas en el territorio veracruzano; utilizar hierbas y flores de la región, le proporciona un equilibrio en el sabor que a todos satisface. Por ese motivo se considera exótica y variada, además, ha pasado a formar parte de la herencia prehispánica, como una partícula integrante del acervo cultural e histórico que se ha transmitido de una generación a otra.
Nuevamente alzamos la voz para hablar de un platillo que figura entre los más simbólico de la cocina huatusqueña. Y el tlatonile tiene esa calidad por muchos motivos que aquí vamos a describir. En primera es un tipo de mole hecho a base de ajonjolí o pipián, chile ancho y chile comapeño, (Comapa es un municipio que colinda con el nuestro). Se puede servir con pollo, carne de cerdo, frijol tierno, con huevo revuelto o ahogados con papa, también con carne de res, pescado, langostino y untado en una tortilla dorada en el comal.
Es uno de los guisos más conservados hasta la actualidad, por su sabor y costumbre. Se supone que lo consumían desde hace seiscientos años. Por lo que, lo catalogaron patrimonio intangible de la comunidad. El significado proviene de la antigua lengua nahuas: “Tlatoani” que significa rey, príncipe, gobernante o emperador. Mientras que “molli” o “mulli” se traduce o entiende como salsa o guiso. La historia de esta emblemática comida tiene sus orígenes en los ritos y costumbres del pueblo Azteca.
El misionero franciscano, etnógrafo y pionero de la antropología mexicana, Fray Bernardino de Sahagún, nos aclara al respecto: “Habiendo llegado la novia a la casa del novio, luego ponían a los dos juntos al hogar. La mujer de la mano izquierda del varón y el varón a la mano derecha de la mujer. Y la suegra luego salía para dar dones a su nuera. Vestíala un huipilli y poníale a los pies un cueitl, todo muy labrado. Y la suegra del novio, luego daba también dones a su yerno. Cubríale una manta anudada sobre el hombro, y poníale un maxtle junto sus pies.
Hecho esto, las casamenteras ataban la manta del novio con el huipil de la novia, y la suegra de la novia iba y lavaba la boca de su nuera y ponía tamales en un plato de madera junto a ella, y también un plato de molli que se llamaba tlatonilli; luego le daba de comer a la novia cuatro bocados y luego al novio que era lo primero que comía.”
En la actualidad todavía se acompaña con unos tamales que le dicen de cozamalo, son hechos de masa y redondos, aplastados y envueltos en la hoja verde del mismo nombre, que toman su color morado. En la temporada de los “chinenes” un fruto parecido a los aguacates, pero de sabor distinto. Son muy delicados debido a que si se cortan tiernos no adquieren el color deseado, se pone la cáscara y la pulpa negra. Los mejores son los que maduran en el árbol. Todavía encontramos la flor de izote usada para el caldo de pollo o con huevo revuelto. Provecho y feliz inicio de semana.
