COLUMNA/ Desde Huatusco
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ROBERTO GARCÍA JUSTO.
“CIUDAD DE LOS PIANOS”.
Durante los treinta y cuatro años que gobernó Don Porfirio Díaz, en esta zona se desarrolló una economía que funcionaba de manera integral al capitalismo mundial, de la que fue parte importante para equilibrar el dominio ejercido en el reparto globalizado de materia prima y productos manufacturados. Las instituciones creadas para hacerse cargo de las correcciones pertinentes al entendimiento perfecto tenían como principio la frase bien clara: “orden y progreso”. Como un mandato que sintetizaba la ideología positivista sobre las que se basaban las acciones del gobierno.
Los principales integrantes del grupo de los científicos fueron responsables para diseñar las obras de infraestructura que requería la Nación con la finalidad de ingresar a una modernidad propia de las exigencias del mercado internacional. Por esa razón la aspiración de la comunidad acomodada estaba interesada en actuar y pensar como los europeos, o al menos, copiar el mismo estilo de vida, vestir como lo dictaba la moda y derrochar grandes sumas de dinero en fiestas y viajes de placer.
En sus informes presentados por los diferentes Jefes Políticos en el Cantón, que aglutinaba siete municipios, dan un detalle minucioso de los beneficios que realizaron. Entre los que mencionan, la construcción de calzadas, figurando el camino de herradura Huatusco-Coscomatepec. Luego la reparación de los mismos, la elevación de puentes, reconstrucción de Iglesias y Capillas, enrejados, atrios, escuelas, alumbrado de petróleo, después de electricidad, colocación de faroles, red telefónica, el acueducto para surtir de agua, alcantarillado y la organización de fiestas patrias.
El Parque Zaragoza, la Alameda Chicuellar, el Teatro Solleiro, el Hospital Civil Doctor Darío Méndez Lima, junto con calles y avenidas empedradas, fueron piezas claves para redondear el aspecto modernista de la ciudad. Nace con ello una generación de artistas que encabezados por la soprano Rosario de la Fraga dieron prestigio y brillo a la ópera, la zarzuela y el canto que recorrió gran parte del territorio nacional.
De esa iniciativa nació el nombre de, Huatusco: “Ciudad de los pianos”, no existía las vías de comunicación que hoy tenemos. Lo admirable es que transportaban estas delicadas piezas sobre el lomo de bestia, solo así entendemos como en la Escuela primaria Juana de Asbaje estaba instalado un instrumento musical de esas características para aprendizaje de alumnos y maestros. Los demás se encontraban distribuidos en el Jardín de Niños Rujiro Zuñiga. En casa del Doctor Gustavo Blanco Popo. La Familia Solís Moreno. El Templo de San Antonio de Padua.
El del señor Francisco Rebolledo Pérez. El de la señorita Corina Avendaño Hernández. El doctor Guillermo Demuner. El doctor Gilberto Parissi Lagunes. La profesora Lilia Gutiérrez de Villar. La Señorita Eva Gutiérrez. La doctora Leticia Páez Avendaño. El Doctor Armando Gorbea Soto. Doctor Oseas Camarillo. La familia Méndez Páez. La señora Ernestina Vega de Hiriart. La señora Consuelo Velázquez viuda de Landa. El licenciado Sergio García Muñoz. El señor Humberto Vázquez Loyo. El señor Rodolfo Osorio Torres. La Casa de Cultura. La señora Sofía Andrade de Páez. La familia Ortega Castellanos. La señora Victoria Gamboa viuda de Acosta y la señora Sara Luisa Berriel de Hernández.
En esa época surgieron los pioneros de la política liberal, por medio de las logias masónicas yorkinas y escocesas, que rápidamente se difundieron en esta ciudad, dando paso al debate ideológico. Su programa iba dirigido a reclutar patriotas que lucharan por la instauración de un estado libre y soberano. La idea estaba contemplada para instaurar una República centralista, dividida en tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Por lo tanto, tenía que imponerse un sistema capitalista con protección del Estado. Aquí encontraron la respuesta al futuro que ambicionaban.