Desde Huatusco
3 minutos de lecturaROBERTO GARCÍA JUSTO.
CLUB DE LEONES.
¿Qué sucedería si todas las personas dedicaran su talento a realizar trabajos en beneficio de la comunidad? . Esta pregunta la realizó Melvin Jones, un empresario de Chicago, frente a sus socios, a los que invitó para que fueran más allá de las cuestiones comerciales y dieran un poco de su tiempo para contrarrestar algunas carencias que sufren los pueblos en el mundo. Con esa idea, se reunieron el 7 de junio de 1917 y adoptaron el nombre de “Asociación de Clubes de Leones”.
Más tarde se fijarían los objetivos en los Estatutos y el Reglamento que contenía los principios éticos que pretendía ser bien dirigida, dando una visión clara que los respaldara y ubicara dentro de una organización respetuosa y digna. Por ello, en una convención, Helen Keller desafió a los socios para que se convirtieran en “paladines de los ciegos en la cruzada contra la obscuridad.” Desde ese momento se propusieron trabajar para ayudar a las personas con trastornos visuales.
El día 8 de marzo de 1945, Invitados por los señores José Ángel Gómez Vélez y Eduardo Morales Roíz, un importante grupo de huatusqueños, asistió a un convivio que se realizó en los corredores del Hotel Casino de esta ciudad. El motivo de los visitantes que venían de la Ciudad de Córdoba, era invitarlos para que se integrara en esta localidad el “Club de Leones” para una mayor contribución a las causas nobles.
Ahí se les explicó ampliamente los propósitos que persiguen, por lo que les pidieron mucha disponibilidad para los que aceptaran estar dentro de la mesa directiva. Se analizaron perfiles de los presentes y con responsabilidad y mucho interés quedó formalizada lo que sería la primera dirigencia de este organismo. Siendo elegido Presidente Darío Méndez Cesar. Secretario, Nicolás Freda Grilla. Tesorero, Dagoberto Guillaumín Fentanes. Primer-vicepresidente, Rujiro Zúñiga Beristain.
Como segundo Vice-presidente se nombró a Juan José Tapia. Tercer vicepresidente, Manuel Mata. Pro-secretario, Francisco Rebolledo Pérez. Pro-tesorero, Antonio Jácome. Y como vocales, Miguel García Páez, Rafael Méndez Cesar, Manuel J. Córdoba, Luis Alarcón, Aurelio Kraus y Vicente Acosta. También se integró al profesor Amador Altamirano como Domador de Leones. Al licenciado José J. Robles, Director de Brindis. Ingeniero Fernando de la Garza, Re-torcedor de colas.
Todos ellos pasaron al frente para tomar la protesta de rigor, por parte de los que forman la estructura en la Ciudad de los Treinta Caballeros y que venían para sumar y hacer más fuerte la membresía. Al hacer uso de la palabra don Darío Méndez, como primer presidente, expresó ampliamente su gratitud por tan honorable distinción. Pidió de una forma respetuosa a sus compañeros que aportaran la debida contribución con el fin de encauzar desde sus cimientos la firme figura del naciente Club.