Desde Huatusco
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ROBERTO GARCÍA JUSTO
EL VIRREY ITURRIGARAY EN HUATUSCO
Antes de que el Emperador Maximiliano de Habsburgo llegara a pisar con la planta de sus botines estas tierras del señorío Cuahtochca, en 1865.
El Virrey de la nueva España, José Joaquín de Iturrigaray y Aróstegui, había recorrido el camino que comunica a esta localidad con la de Córdoba en el mes de febrero de 1805. Fue invitado por autoridades locales para supervisar las obras de mejoramiento de las carreteras que él había ordenado que se arreglaran para beneficiar el desarrollo del comercio en general.
Transportado en una litera, acompañado de su hijo, el secretario privado, el cura de Huatusco, el alférez Real de Veracruz y el arquitecto Luis Martín. Desafiando las inclemencias del tiempo que eran muy poco favorables y sufriendo con paciencia ejemplar la incomodidad del vehículo que lo conducía, examinaba con atenta solicitud aquella costosa obra y a su vez disponiendo lo que se necesitara para verla concluida.
Para el profesor don Ismael Sehara, la visita que realizara el Virrey número LVI, tenía el objetivo claro de estudiar la ventajosa posición militar de la región. Para que, en caso necesario, mantener una plaza fuerte donde se pudiera conservar a salvo un cuerpo del ejército disponible para actuar en el momento que se necesitara. No estaba descartado que pronto, México se vería envuelto en la guerra de independencia, proclamada por el Cura Don Miguel Hidalgo y Costilla.
José de Iturrigaray y Aróstegui, nacido en Cádiz, fue declarado Virrey de la Nueva España el 4 de enero de 1803. Después de haber desempeñado una envidiable carrera en la milicia de su País. Como cadete de infantería logró obtener el nombramiento de Alférez y capitán de los carabineros reales. Participó activamente en la guerra de Rosellón, para posteriormente ser elegido Gobernador de Cádiz y luego comandante en jefe del ejército de Andalucía.
Algunos historiadores lo acusan de ser un hombre ambicioso y corrupto, ponen como ejemplo que, al salir de España, trajo como séquito a 25 personas de distintos perfiles para el trabajo, a los que tenían que hacer vestuario apropiado para su encargo. Por lo que, le proveyeron de tela suficiente para tal fin, pero al desembarcar en el puerto de Veracruz vendió todo en ciento cincuenta mil pesos, quedándose con el dinero.
Ya en el ámbito de sus funciones y para ganarse a la población, autorizó que los Ayuntamientos organizaran las corridas de toros, debido que estas solo estaban permitidas para los ricos, acaudalados del sector privado. Y es considerado como uno de los pocos mandatarios que, durante la colonia recorrieran la mayoría de los municipios del país. Popularizó las peleas de gallos y fue un apasionado practicante de la pesca.
En una reunión de cabildo celebrada en México, el 15 de agosto de 1808, con una mayoría de integrantes criollos, se apoyó la propuesta de desconocer la corona española para independizarse, quedando él al frente del nuevo gobierno. Sin embargo, esta rebelión fue sofocada violentamente y lo acusaron de traidor. Fue apresado el 15 de septiembre de 1808 y sometido a proceso en la Corte de Cádiz, no le pudieron comprobar nada y salió libre. Pero, le imputaron otra causa penal, que ya no alcanzó a conocer. Debido a que murió en Madrid en 1815.
Como un reconocimiento a su persona, se colocó su nombre en un puente y tramo del camino Real que comunicaba Córdoba-Huatusco-Xalapa. Esta iniciativa corrió a cargo del párroco de este lugar, que era responsable de supervisar la reparación del camino de herradura.