Desde Huatusco
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ROBERTO GARCÍA JUSTO.
EL PONCHE.
El café y el chocolate que son parte de la gastronomía mexicana, se agrega el ponche que tiene la característica especial de ser exclusiva de la temporada navideña. Además de ser muy rico por su agradable sabor, los conocedores le atribuyen propiedades medicinales por la cantidad de ingredientes naturales con que se acompaña. No sabemos exactamente la fecha de su llegada a estas tierras donde se supone, se conserva una tradición mezclada de europeos y raza originaria que posee una amplia cultura gastronómica.
La coincidencia es que en la India se le conoció como “pac” que traducido a su lengua quiere decir cinco, siendo el número de componentes utilizados para su preparación. El arrak, un vino extraído de la palmera, que se bate con azúcar, limón, agua y te. Los marineros británicos que atracaron en ese País, gustaron de esta bebida y la oportunidad de viajar los llevó a difundirlo en amplias regiones de Europa por donde pasaban.
Se conoció en Italia, Francia y España, por lo que su traslado a nuestro continente no tuvo ningún inconveniente. En Alemania se mesclan jugos de frutas con especies y lo complementan con el licor de su preferencia. En Corea lo hacen con caquis seco, canela y jengibre. Cada región lo ha personalizado por la variedad de frutos propios de la zona, incorporándole maravillosas propiedades saludables.
En México adquiere un carácter importante para la época decembrina por la cantidad de componentes naturales que contienen esencias curativas. Por ejemplo, se pica manzana que es reconocida en todo el mundo y se combina con facilidad, además de poseer cualidades insuperables en antioxidantes y saludablemente diurética que, por su riqueza en fibras le adiciona un sabor agradable al paladar.
La guayaba destaca por su olor inconfundible, considerándose como un fruto que se produce en grandes cantidades en la mayoría de los Estados de la República Mexicana. Se le atribuye un contenido de vitamina “C”, que previene al organismo de infecciones en las vías respiratorias, así como la absorción de hierro proveniente de los beneficios de la tierra. La canela conocida por sus efectos afrodisiacos y uso para potenciar el sabor en los alimentos. Es valiosa en el terreno medicinal porque mejora el proceso digestivo.
El tejocote, herencia de nuestros antepasados, sus hojas y el fruto eran utilizados para contrarrestar enfermedades respiratorias y estomacales. El tamarindo su pulpa acida y dulce se aplica cuando se padece estreñimiento. A la ciruela pasa se le atribuyen causas que coadyuban con la digestión por lo concentrado de sus componentes naturales. Tiende a reducir el colesterol y previene los riesgos de la formación de coágulos. Es reconocida por su efecto laxante.
La caña de azúcar contiene muchas cualidades medicinales por ser diurética, tónica, cicatrizante y reconstituyente, es útil para tratar afectaciones propias de la tos y el resfriado. La flor de la Jamaica, posee mucha potencialidad para normalizar la presión alta, regula la actividad intestinal y renal, ayudando a calmar los dolores estomacales y controlar la úlcera.
Antes de que se introdujeran los vasos desechables, se servía en jarritos fabricados a mano y de barro, indispensables en posadas y reuniones familiares. Como parte de nuestras tradiciones, es característico disfrutarlo con un buñuelo o una garnacha. Es por eso que este mes debe dedicarse al ponche, y todos los antojitos regionales que nos permite seguir con la costumbre de antaño.