Desde Huatusco
3 minutos de lecturaROBERTO GARCÍA JUSTO.
LAS OBRAS QUE DEJARON.
En el año de mil novecientos cincuenta y cinco, se celebraba el setenta y cinco aniversario de haber sido elevada esta cabecera municipal a la categoría de Ciudad por el Congreso Local, el profesor Nicolás Freda Grilla, publicó en la Revista “Jarocha”, una semblanza que tituló “Apuntes para la Historia de Huatusco”. Destacando algunos aspectos relevantes producto de sus investigaciones en el ámbito económico, político y social.
Expone con precisión la teoría de que la economía geográfica de los pueblos está ligada a su crecimiento cultural, debido a que engendra internamente los acontecimientos sociales relevantes y, cuando son requeridos los recoge, las modifica, las estudia y las introduce como principios y leyes inmutables. Tomando en cuenta que la región es pródiga de una naturaleza benigna, destacando el número de barrancas que la separa de Córdoba y Xalapa.
A mediados del siglo XV la raza originaria realizó una evolución importante, constatada por los vestigios localizados en la zona, que en la actualidad se encuentran en ruinas. Se puede asegurar que la repoblación se debió a la presencia de tribus de la raza nahua, perteneciente al pueblo tlascalteca, que construyeron un señorío, que se extendió en un área de ocho kilómetros, habitada por veinte mil personas. Que fueron avasallados por Moctezuma Ilhuicamina pasando a formar parte de su imperio.
La etapa del primer resurgimiento intelectual, -nos dice- ocurre de 1898 a 1916, con la participación esmerada del maestro Ignacio Muñoz. Que en unión del profesor Miguel B. Fernández contribuyeron para formar una generación de profesionistas que elevaron el prestigio de esta localidad por lugares de este y otros continentes. Contando con la generosidad del doctor Darío Méndez Lima, se creó la Escuela Secundaria que lleva su nombre y no permitió que la Academia dejara de funcionar por falta de financiamiento, obtuvo y consiguió que personas altruistas se comprometieran para sacarla adelante.
“En 1882 la prensa tuvo un espléndido desenvolvimiento, debido al impulso de personajes como el doctor Agustín García F. que fue secundado por el licenciado Filiberto Muñoz, Porfirio García, Francisco Grajeda, Ignacio Flores, Doctor Guillermo Fritsche, Darío Méndez Lima, Joaquín A. Castro, Nicolás González, Antonio Herrera, Juan Paniagua, Samuel César y Antonio Prieto Hoyos.”
Las sociedades filantrópicas que más beneficios dejaron fueron impulsadas por los señores Pascual Villacruz, Miguel Alonso Manriquez, Jesús Cueto, José Luis Sousa, Félix González, Domingo Sousa y José María Gómez. La introducción del agua potable se llevó a cabo durante los periodos correspondientes a la gestión como jefes políticos de Ignacio Canseco, Ignacio González, Manuel Acebo y Joaquín Rincón, en el orden respectivo, por lo que correspondió a este último terminar la obra.
Los puentes dentro de la ciudad, así como la primera línea telefónica fueron gracias a las gestiones del Presidente Municipal, don Prudencio Solleiro. Posteriormente el delegado político Carlos A. Hernández la distribuyó por todo el cantón. Los caminos de herradura, el rastro municipal, el empedrado de las principales calles se debieron a los esfuerzos conjuntos de los concejales, Manuel María Sousa, Agustín Johnson y Luís Cubría. La construcción del Hospital Civil fue a iniciativa de don Ignacio Canseco en calidad de Jefe Político y Domingo Sousa como Alcalde”. Lo que hoy disfrutamos, son parte del esfuerzo y el trabajo de quienes nos antecedieron, para ellos el agradecimiento debe ser sincero, sin que su imagen sea menospreciada.