Plan de juego
2 minutos de lecturaJesús Mejía/JMC Periodismo Deportivo
El recuento de los daños y la posibilidad de otro nuevo Tiburón
El fracaso del Club Veracruzano de Futbol Tiburón es claro. Abandonado desde muy temprano por sus figuras, ahora jugadores proceden a la demanda para exigir lo que les corresponde, aunque saben que será un proceso largo y que la única opción es ver si recuperan algo de lo ya perdido.
La demanda es contra Diego Bartolotta, expresidente del club, en ella se reclama un monto de 3 millones y es encabezada por las firmas de Carlos «Gullit» Peña y Jorge «Chatón» Enríquez.
Mientras, el equipo, solamente con jóvenes, anuncia lo que en la previa fue llamado como el Clásico del Volován, ante el Atlético Veracruz, un equipo que aunque parece que hizo mejores las cosas, se ha quedado sin estadio porque el Gobierno del Estado recuperó el «Pirata» de la Fuente.
El juego será el domingo en el estadio Héroes de Tlapacoyan y los costos de los boletos (sí, habrá gente otra vez), van de los 150 a los 250 pesos.
Al mismo tiempo, destapado el interés por el propio gobernador Cuitláhuac García, un grupo de empresarios quiere resucitar al verdadero Tiburón y hacerlo jugar en la Liga de Expansión (antes Liga de Ascenso), un circuito del que recientemente se ratificó que no tendrá ascenso en los próximos torneos.
El interés es real, y aunque las puertas se van abriendo (gobierno recuperó marca, nombre y escudo), por ahora es solamente un acercamiento.
No será difícil ver un enésimo regreso de los verdaderos Tiburones Rojos, sobre todo porque hay disposición del Gobierno. Aunque eso implique que, como en ocasiones anteriores, en Veracruz esté mezclada la política con el futbol.